Antes que todo, te recordamos brevemente qué es la firma electrónica: literalmente y tal como lo indica su nombre, es una copia de tu firma pero de manera digital. Con ella puedes realizar los mismos trámites de siempre pero sin tener que ir presencial o hacer filas, esta firma la necesitas para certificar o emitir documentos vía electrónica.
Te recomendamos activarla para evitarte trámites innecesarios. Con ella podrás optimizar diversos procesos, además de hacerlos más seguros y cómodos. Es por ello que cada día hay más empresas, emprendimientos y servicios que la incorporan.
También se le conoce como certificado digital porque se encarga de certificar la Identidad de personas naturales o jurídicas, validándola para ser utilizada con los fines que se estimen necesarios. Esto, siempre y cuando se cumplan las disposiciones del marco legal vigente.
Cualquier documento que se emita a través de medios electrónicos y contenga la firma electrónica tendrá la misma validez y reconocimiento que un contrato o documento firmado en papel.
Con la firma electrónica se pueden firmar contratos bancarios electrónicos, realizar pago de cuentas (PAC), firmar documentos electrónicos, firmar el permiso electrónico de circulación, firmar recetas médicas y una serie de trámites más. Al poder acceder a ellos de forma digital, te ahorrarás mucho tiempo en gestión de trámites.
Las mayores ventajas de activar la Firma Electrónica es poder hacer trámites y facturas de forma rápida, segura y a solo un clic. Otro punto importante es que se ahorra papel y de esta forma se puede contribuir al medio ambiente. Es importante recordar que esta identidad es lo mismo que firmar un papel físicamente.
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