Emprender siempre ha sido un salto de fe. Pero cuando el temor a los costos, los trámites o la incertidumbre detiene ese impulso, la microempresa familiar puede ser la respuesta que muchos chilenos buscan. Es una fórmula sencilla, accesible y pensada para quienes desean iniciar su negocio sin grandes inversiones ni estructuras complejas.
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El brillo de la microempresa familiar
Este tipo de emprendimiento permite trabajar desde el hogar, con la familia y sin necesidad de una oficina o local comercial.
No exige grandes formalidades, ni abogados, ni gastos innecesarios. Solo se requiere el deseo de comenzar y el compromiso de hacerlo bien. Y lo mejor: entrega reconocimiento legal, la posibilidad de emitir boletas y facturas, y el acceso a fondos públicos destinados a pequeños negocios.
Cada año, miles de chilenos inician sus proyectos bajo esta figura
Desde panaderías artesanales hasta tiendas online.
Desde talleres de costura hasta servicios de reparación.
Lo que antes parecía un sueño, hoy puede comenzar con una simple gestión en la municipalidad. Y una vez que el negocio crece, siempre existe la opción de transformarlo en una empresa más grande. La microempresa familiar es una puerta abierta a la independencia económica. Es la oportunidad de convertir una habilidad en un ingreso. Es la posibilidad de hacer que la familia crezca junto a un proyecto común.

Chile necesita más personas que se atrevan; que tomen su idea y la conviertan en realidad. La microempresa familiar es una forma segura, económica y cercana de hacerlo.
En Emprende.cl estamos para ayudarte a comenzar tu negocio con el pie derecho.
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